miércoles, 2 de enero de 2013

Primeros pasos


Era julio de 2012 y sólo hacía un mes que mi pareja y yo habíamos decidido darnos el sí quiero (qué bien suena!!!!). La boda era el próximo mes de octubre y no teníamos demasiado tiempo que perder. Después de un par de tardes de mirar y mirar qué podíamos regalar como detalle a los invitados, llegamos a la conclusión que un jabón natural era la mejor opción.

Y por qué?

En primer lugar, por ser naturales, en segundo lugar por la gran variedad que existe (texturas, aromas, tamaños,...) y en tercer lugar porque tienen ''fecha fin'' (no queríamos regalar algo que quedara siempre dando vueltas en un cajón, es decir, puedes y debes gastarlo).
Además nos encantó la idea de que fueran respetuosos con el medio ambiente.

Entonces, se me encendió la bombilla de que mi abuela, que en paz descanse, hacía el jabón de casa de toda la vida (jabón de castilla) y que era el momento de aprender y de hacerlo yo (cómo estaba poco liada con la boda... jeje). Y así empezó todo.

Comencé a mirar en internet y sin pensármelo mucho me vi en un taller de jabones en Barcelona el mes de agosto. Me encantó. Tuve la suerte de conocer a Ramy, mi profesora, toda una experta jabonera y a la que le debo todo lo que sé. Me gustó mucho su forma de trabajar y, debido a mi inexperiencia del momento y al montón de preparativos, finalmente dejé en sus manos la elaboración, que como podéis ver en la foto quedaron preciosos.





Elegimos unos jabones texturizados en dos colores (verde y blanco) y de tres fragancias distintas: jazmin, talco y una combinación de lavanda y azahar. Los jaboncitos los presentamos en unas bolsas de yute 100% biodegradables hechas a medida (www.deyute.com/es/bolsas-de-yute/).

Os puedo asegurar que las invitadas quedaron muy agradecidas. Y digo las invitadas porque para ellos decidimos regalarles vino, pues mi pareja y yo somos de la Comarca del Somontano de Barbastro (Huesca) y no podía faltar en nuestra boda un detalle relacionado con este tema. Finalmente, elegimos un botellín de vino de la Bodega Pirineos, un tinto crianza del 2007.



Supongo que ya os habréis fijado en las etiquetas, con una foto del reportaje de la Preboda, diseño de nuestro fotógrafo (www.salas.com.es).

Con todo esto, la boda pasó (fue un día genial, inolvidable,...) y de recuerdo siempre me quedará mi nueva afición: HACER JABONES NATURALES!

2 comentarios:

  1. Mª Eugenia, para mi fué un placer elaborar los jabones para tu boda, me alegra que gustasen a tus invitadas
    Os deseo a los dos mucha felicidad en esta nueva etapa de vuestras vidas
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Ramy! Y para mí fue un placer conocerte... Besos

      Eliminar

Gracias por tu comentario!